Cómo montar un negocio en 10 pasos: convierte tu idea en un éxito

Montar un negocio es una experiencia desafiante y gratificante en partes iguales. Es la manera de convertir tus ideas en tu fuente de trabajo, de vivir de lo que te apasiona, gestionar tus tiempos y consumar con éxito un proyecto propio.

Puede parecer una tarea inalcanzable, pero no lo es. En España se registraron más de 350 mil empresas nuevas solo en 2022; con tantas herramientas y plataformas digitales al alcance de tu mano, montar un negocio nunca fue tan fácil.

Vivas donde vivas, cuentes o no con un gran capital inicial, esta guía será tu hoja de ruta para convertir tus ideas en un negocio apasionante. Léela, guárdala y da el salto hacia un futuro próspero bajo tus propios términos.

10 pasos para montar un negocio exitoso

  1. Evalúa tus recursos para montar un negocio
  2. Identifica una idea de negocio
  3. Valida tu idea antes de montar un negocio
  4. Conduce un análisis financiero
  5. Concreta tu estrategia de producto
  6. Crea tu identidad de marca
  7. Realiza las gestiones legales
  8. La caja de herramientas de tu negocio
  9. Los últimos detalles para montar un negocio
  10. Abre tu negocio

1. Evalúa tus recursos para montar un negocio

Lo primero que debes hacer es definir con qué recursos dispones para montar un negocio. Esta evaluación te dará una idea más clara y realista del tipo de negocio que puedes montar, y de cómo hacerlo.

¿Qué tipo de recursos debes considerar? Los más importantes son el tiempo y el dinero; es decir, el tiempo que puedes dedicarle a este nuevo proyecto, y el dinero que puedes invertir en él.

Además de tiempo y dinero, haz un reconocimiento de todos los recursos que tienes a tu disposición que puedan llegar a serte útiles en tu camino emprendedor:

  • Infraestructura
  • Herramientas físicas y digitales
  • Conocimientos técnicos
  • Experiencia personal y laboral
  • Contactos de valor

En la práctica, este paso se verá como una especie de listado que te servirá como punto de partida: estos son los recursos con los que cuentas para montar un negocio; de ti dependerá sacarles el máximo provecho.

2. Identifica una idea de negocio

Todo gran negocio empieza con una gran idea. Si ya tienes una idea de negocio que te entusiasma, avanza al siguiente paso para ponerla a prueba; si aún no encuentras tu gran idea de negocio, no te preocupes: hay muchas maneras de encontrarla.

Un camino infalible a una gran idea para montar un negocio es partir de un problema, un inconveniente con el que tienes que lidiar tú mismo en tu día a día, y pensar en diferentes maneras de solucionarlo.

Pregunta a tu círculo íntimo, amigos y familiares, con qué problemas tienen que lidiar en su vida: te sorprenderá la cantidad de ideas que podrás sacar de esta simple pregunta. Toma nota de sus respuestas, se trata de información valiosa.

También puedes explorar tus aficiones, intereses y actividades cotidianas en busca de oportunidades, de productos o servicios que puedan mejorar tu experiencia o resolver una frustración común. 

Por lo general, tus experiencias son extrapolables al resto de las personas dentro de tu misma categoría de consumo. Tú también eres un consumidor, y tus propias inquietudes son un gran punto de partida en la búsqueda de una idea de negocio.

Otro punto de partida interesante son los productos existentes, en especial los atemporales, pero también los productos en tendencia y, sobre todo, los que utilizas de forma cotidiana.

Piensa en estos productos, tanto físicos como digitales, y déjate llevar por tu creatividad, poniendo sobre el papel (o la pantalla) todas las formas que se te ocurran en que estos productos podrían mejorar.

Esquematiza tus ideas en una planilla de Excel, incluyendo el problema o la inquietud que las origina junto con el producto o el servicio que lo resuelve y el público al que apunta. Elige la idea de negocio que mejor cuadre con tus habilidades, intereses y recursos.

3. Valida tu idea antes de montar un negocio

Por más brillante que tu idea te parezca, sin un mercado objetivo claro, tendrás un camino cuesta arriba por delante. En otras palabras: antes de montar un negocio, asegúrate de validar tu idea.

Validar una idea de negocio consiste, en primer lugar, en encontrar y definir a tu cliente potencial, también llamado buyer persona; la pregunta que debes hacerte es: ¿quién comprará tu producto o contratará tu servicio?

Mientras más específica sea tu respuesta, mejor. La construcción de tu buyer persona te ayudará a comprender mejor tu tipo de negocio y te servirá como retroalimentación para mejorar tu oferta inicial.

Lo siguiente es asegurarte, en la medida de lo posible, de que tu idea satisface a la necesidad o cumple la función que le dio origen, algo que puedes hacer a través de un focus group, con una campaña de prelanzamiento o encuestas en redes sociales.

En paralelo a este análisis a nivel micro de tu cliente objetivo, conduce un análisis macro, es decir, un estudio del mercado en el que desarrollarás tu negocio:

  • Investiga a tu competencia para determinar el nivel de competitividad al que se enfrentará tu negocio y quienes son los referentes del sector.
  • Define el tamaño de mercado en el que funcionará tu negocio, tomando como referencia a tu buyer persona, al alcance geográfico de tu oferta y los datos demográficos de tu área de acción.
  • Indaga en las diferentes tendencias y factores que influyen en tu industria para visualizar mejor el comportamiento de la demanda y las barreras de entrada.

Mientras mejor conozcas a tu buyer persona, al mercado en el que va a operar tu negocio y a tus futuros competidores, mejor preparado estarás para emprender los cursos de acción más efectivos.

Sin embargo, ten en cuenta que no existe un punto exacto en el que tu idea estará suficientemente validada, sino que deberás ser tú mismo quien decida cuándo sea el momento de pasar a la acción.

4. Conduce un análisis financiero

¿Qué tan rentable será tu negocio? No siempre puedes montar un negocio sin dinero. Una vez validada tu idea, evalúa la viabilidad de emprenderlo. Este análisis financiero se divide en varias etapas y te servirá para asegurarte de que, puesto muy simple, ganarás dinero luego de montar un negocio.

Coste inicial

Lo primero es comprender cuál es el coste inicial, cuánto te costará poner tu negocio en marcha. En el análisis de coste inicial se incluyen todos los gastos necesarios para poner tu producto o servicio al alcance de tus clientes potenciales.

Como es lógico, estos gastos dependerán completamente del tipo de producto o servicio que vayas a vender, los canales de venta y los esfuerzos de marketing que planees afrontar durante el lanzamiento, entre muchos factores más.

Suma los gastos individuales que has identificado para dar con el coste inicial. Compáralo con tus recursos disponibles para determinar tus necesidades de financiamiento, que puede provenir de fuentes tradicionales, como bancos, o alternativas.

Además, esta es una manera de evaluar alternativas de cara al lanzamiento de tu negocio. Por ejemplo, si encuentras demasiado caro montar un negocio con una tienda física, puedes optar por comenzar por montar una tienda online.

Coste de operación

No todo son ganancias. Tu negocio tendrá gastos recurrentes que deberás afrontar, desde alquileres (con sus gastos asociados) y costes de producción, hasta gastos de mantenimiento web, campañas de marketing, servicios adicionales, etc.

El análisis de coste de operación te dará una idea aproximada de cuánto te costará mantener tu negocio en funcionamiento a lo largo del tiempo. Lo ideal es calcularlo por periodo, así sea por mes, por semestre o por año.

Procura separar tus costes de operación entre fijos y variables. Los fijos se mantienen iguales en el tiempo, mientras que los variables dependen de otros factores que los condicionan, como el número de productos vendidos, por ejemplo.

Debes ser ordenado con los números. Crea un registro para anotar tus gastos de operación y te será mucho más fácil identificar, luego, oportunidades para reducir costos y mejorar tu margen de ganancia.

En definitiva, debes conocer al detalle cuánto te costará ofrecer tu producto o tu servicio a tus clientes, un dato imprescindible para definir tus precios y tu rentabilidad.

El precio de tus productos

El precio al que venderás tu producto no depende únicamente de tu coste de operación, sino que este sirve de base: no puedes vender algo por menos de lo que te cuesta producirlo y comercializarlo.

Además del coste de operación, considera también los precios de tus principales competidores y tu margen de ganancia deseado. De esta forma, podrás desarrollar una estrategia de precios efectiva que atraiga y fidelice a nuevos clientes.

Con el coste de operación y el precio de tus productos podrás calcular el punto de equilibrio de tu negocio, es decir, la cantidad de unidades de producto que deberás vender para alcanzar la rentabilidad.

5. Concreta tu estrategia de producto

Vas avanzando en el proceso de montar un negocio. Has validado una idea de producto con un buyer persona, conoces el mercado y a tus competidores, has calculado tus costes iniciales y operativos y fijado tus precios; es hora de adquirir tus productos.

Para abastecer a tu negocio de productos, tienes 2 grandes posibilidades. La primera es gestionar un inventario propio de productos fabricados; la segunda, trabajar sin inventario.

Gestiona tu propio inventario

Fabricar tus propios productos, a la escala que sea, es la opción que más libertad te da para innovar y para diferenciarte, con todo lo que esto implica: mayores márgenes de ganancias, un branding más definido y más capacidad de adaptación y mejora.

No es una opción libre de riesgos. Para fabricar tú mismo tus productos, debes asegurarte de cumplir con todos los requisitos legales que sean aplicables, como los de seguridad e higiene, tanto en el proceso de fabricación como en el producto final, en el empaquetado y en el etiquetado.

Lo mismo sucede si contratas los servicios de un fabricante industrial a través de un modelo de producción de marca blanca, una modalidad más segura y rápida de comenzar a producir en masa, si bien tienes menos control sobre el producto final.

Este socio comercial deberá estar familiarizado con la legislación aplicable a la zona donde va a operar tu negocio, además de ser capaz de cumplir con tus propios estándares de calidad y diseño en tiempo y forma.

Otro factor que debes considerar es la gestión del inventario. Vender tus propios productos implica contar con un nivel de inventario de productos físicos listos para ser enviados o entregados a tus clientes.

Para gestionar un inventario físico de productos necesitas un espacio físico en el que guardarlos de forma segura. Si no dispones de este espacio, deberás rentarlo, un coste fijo que se sumará a tu coste de operación.

Gestionar tu propio inventario de productos es una opción más tradicional que, como ves, implica algo más de trabajo, inversión y riesgo, pero también posibilidades. Sin embargo, si prefieres ir a lo seguro, evalúa la posibilidad de trabajar sin inventario.

Vende sin inventario

Las 2 modalidades de venta online más populares, con diferencia, son el dropshipping y la impresión bajo demanda, dos modelos de negocio en donde tú, como vendedor, no gestionas tu inventario, sino que te dedicas únicamente a vender.

La impresión bajo demanda implica la venta de productos personalizables, fabricados por proveedores externos, que se encargan de producirlos según tus diseños y enviarlos a tus compradores. Ellos tampoco gestionan un stock, sino que producen contra demanda.

Si bien te desligas de una gran carga de trabajo (producir, almacenar, enviar), es tu proveedor quien condiciona el precio y la calidad de tus productos y, por lo general, trabajas con márgenes más reducidos de ganancias.

En el dropshipping, por otro lado, actúas como un simple minorista, curando una selección de productos fabricados y enviados por otras marcas, enfocándote exclusivamente en la venta.

Es una de las formas más rápidas y menos riesgosas de montar un negocio en internet y comenzar a recibir ingresos, pero no estarás desarrollando tu propia marca y tus posibilidades de crecimiento tendrán un límite bastante más acotado.

Sin embargo, puede ser una gran manera de comenzar, en especial cuando no dispones de acceso al capital necesario para fabricar tus propios productos y gestionar tu propio inventario.

6. Crea una identidad de marca

La identidad de marca es mucho más que el nombre de tu negocio: es su personalidad expresada claramente en el estilo de su imagen y de su comunicación, desarrollada a través de una estrategia de branding.

Un branding claro ayudará a tu negocio a posicionarse en el mercado, ofreciendo una imagen reconocible en sintonía con los valores, la misión y la visión que lo definen. Se expresa, a grandes rasgos, en dos tipos de elementos: visuales y comunicacionales.

Para construir una estrategia de branding debes considerar tanto los aspectos internos, las características de tu negocio, como los externos, las características de tus clientes.

Ambos aspectos son igual de importantes, ya que la identidad de marca de tu negocio debe comunicar claramente su personalidad a la vez que conecta con los valores y las aspiraciones de tus clientes potenciales.

El nombre y logotipo de tu marca

Dedica el tiempo necesario para dar con un nombre idóneo para tu marca, uno original, claro y conciso que represente apropiadamente a tu negocio y sea fácil de reconocer y recordar para tus clientes potenciales. 

Una técnica útil para este paso es hacer una lluvia de ideas, materializando nombres posibles sobre el papel o a través de una plataforma de brainstorming, como Mural. 

Recuerda que aquí entran en juego cuestiones de derechos de propiedad intelectual, por lo que debes asegurarte de elegir un nombre de marca nuevo, que no sea propiedad legal de otro negocio o empresa.

Lo mismo sucede con el logotipo de tu marca: es la cara visible de tu negocio (en el sentido más literal) y, como tal, debe ser único, original y reconocible; y, una vez más, no debería ser identificable con el logotipo de otras marcas, tanto por cuestiones legales como de branding.

Si tienes problemas para dar con un nombre o para crear el logotipo de tu negocio, prueba a utilizar un generador de nombres de marca y un creador de logos. Incluso si no das con los definitivos a través de estas herramientas, te servirán de inspiración.

La comunicación de tu marca

Todo negocio tiene un nombre de marca y un logotipo; sin embargo, a muchos les falta una estrategia de comunicación clara, un aspecto ineludible en una estrategia de branding exitosa.

La comunicación de tu marca representa la verdadera personalidad de tu negocio. Se hace evidente en el tono y estilo de la comunicación, en los medios y canales utilizados con más frecuencia.

Este aspecto del branding en tus esfuerzos de marketing, en especial en redes sociales, es donde tendrás la oportunidad de darle forma a la personalidad de tu negocio, comunicándote de forma directa con tus clientes potenciales.

Debes «hablar su idioma», comunicarte en sus términos, a la vez que en los de tu negocio. Sigue en redes sociales a otras marcas y comunicadores del mismo nicho de mercado que tu negocio, suscríbete a sus newsletters, mira sus videos y lee sus publicaciones para tomar ideas y dar más rápido con el tono apropiado para tu marca. 

Si lo haces bien, tu buyer persona identificará a tu marca con solo un vistazo, así sea rápido y parcial.

Branding integral

El branding ideal atraviesa todos los aspectos de tu negocio, desde el nombre de marca hasta el etiquetado de tus productos, pasando por el empaquetado, las publicaciones en redes sociales y el diseño de la tienda online.

El secreto está en los detalles, y es que la vasta mayoría de las personas prefieren marcas con personalidades definidas que no dejan nada al azar. Es simple: si tu marca se parece a todas las demás, nadie la recordará.

Si tus clientes no logran diferenciar tu marca de la de tus competidores, será difícil que la recomienden e, igual de importante, que se conviertan en clientes fidelizados.

7. Realiza las gestiones legales

Por más tedioso que pueda ser, dependiendo del país dónde te encuentres, ignorar los aspectos legales al montar un negocio te traerá problemas tarde o temprano. En todo caso, es posible que se trate de una gestión más simple de lo que imaginas.

Las gestiones legales varían de país en país, pero por lo general incluyen el registro de tu negocio en la institución fiscal correspondiente (en España, Hacienda) y el cumplimiento de obligaciones puntuales, como la facturación, el tratamiento del IVA y los requisitos de transparencia en los precios y en el manejo de datos.

El tipo de empresa ideal para montar un negocio

Una de las últimas etapas del proceso de montar un negocio previo a comenzar a vender consiste en registrarlo legalmente ante las autoridades correspondientes, que varían según el país (o los países) donde pienses vender.

Independientemente de dónde te encuentres, el tipo de empresa que constituyas será determinante para tus obligaciones fiscales y contables, y tu nivel de responsabilidad respecto a los resultados y el funcionamiento de tu negocio.

En otras palabras, se trata de una decisión importante, que deberías tomar a partir del asesoramiento concreto de acuerdo a la legislación de tu país. A modo de ejemplo, estos son los principales tipos de empresa que puedes constituir en España:

  • Empresario individual: es la figura legal del trabajador autónomo, sin requisitos de capital inicial y con responsabilidad ilimitada, es decir, que responde con su propio capital ante las deudas de la empresa.
  • Sociedad Civil: formada por un mínimo de 2 personas, sin requisitos de capital inicial, pero con responsabilidad ilimitada. Es una figura similar al autónomo, constituido por 2 o más personas.
  • Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL): exige un capital inicial mínimo de 3.000 €, pero implica una responsabilidad limitada, es decir, que las deudas de la empresa se limitan a su capital, no al de sus socios.
  • Sociedad Anónima (SA): en estas sociedades el capital de la empresa se divide en acciones, que pueden comprarse y venderse libremente. Es la personalidad jurídica de las empresas que cotizan en bolsa.

Siguiendo el ejemplo, si te registras como Autónomo en España, estarás sujeto al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF); en cambio, si tu negocio constituye una Sociedad Civil, Anónima o de Responsabilidad Limitada, lo estará al Impuesto de Sociedades.

Hablando de cuestiones impositivas, incluso siendo autónomo deberás presentar toda una serie de formularios de forma periódica (en España, de forma trimestral y anual).

En la mayoría de los casos, lo recomendable es contar con los servicios de un gestor, un asesor o una agencia de asesoría, que te ayude a gestionar la contabilidad diaria de tu negocio y a evitar errores u omisiones que puedan costarte caro a la larga.

8. La caja de herramientas de tu negocio

Hoy en día, tu caja de herramientas es digital y se materializa en forma de diferentes programas, plataformas web y sistemas de gestión que te ayudarán a optimizar la administración de tu negocio, ejecutar tus estrategias y maximizar tus ganancias.

Cada área de tu negocio puede beneficiarse de contar con el software adecuado. Las opciones abundan, tanto las gratuitas como las de pago. Prioriza las que mejor se adapten tanto a tus necesidades de gestión como al presupuesto de tu negocio.

Software de gestión contable

La gestión contable puede ser un quebradero de cabeza, en especial si los números no son lo tuyo, pero es fundamental y, justamente, el software adecuado te ayudará a llevar la contabilidad de tu negocio de forma simple, ordenada y eficiente.

Como mínimo, el software contable que utilices debe permitirte llevar un registro claro de tus gastos y de tus ingresos en tiempo real y generar informes periódicos con estadísticas y datos útiles respecto a tus finanzas.

Otras funcionalidades útiles son la facturación electrónica, la carga de recibos y la posibilidad de dar acceso al panel de control a otras personas (por ejemplo, tu gestor). Algunas plataformas, como Qonto o Xero, son aún más completas.

Herramientas de marketing

Existe una infinidad de herramientas y plataformas de marketing que puedes aprovechar en internet, y la que elijas dependerá en gran medida de tu estrategia (además de tu presupuesto, claro).

Como mínimo, deberías contar con un software de producción audiovisual, como Canva, para ayudarte en la producción de contenido. En la misma línea, te serán útiles las plataformas de gestión de redes sociales como Hootsuite o Buffer.

También te será útil contar desde el comienzo con una plataforma para gestionar tu estrategia de email marketing que te permita enviar campañas personalizadas y optimizadas, promociones y lanzamientos a tus clientes.

Usa plataformas de edición de vídeos y programas para editar fotografías de producto de calidad profesional para atraer la atención de nuevos clientes e impulsar las ventas de tu negocio, además de ofrecer una estética más cuidada en tu branding.

Por último, no olvides optimizar el SEO de tu tienda online o el sitio web de tu negocio a través de las herramientas SEO más potentes. El SEO es clave para atraer tráfico de calidad a tu negocio, en especial si únicamente vendes en internet.

Gestiona tu tiempo

Para organizarte mejor en el día a día, en especial si trabajas en equipo, utiliza una plataforma de gestión de proyectos, como Monday o Asana. Estas te ayudarán a ordenar y priorizar mejor tu carga de trabajo, asignar tareas y llevar un control de lo que está hecho y lo que queda por hacer.

Herramientas de control

Llevar estadísticas en tiempo real de tu negocio es imprescindible para tomar las mejores decisiones, adaptar tu estrategia y entender mejor lo que funciona y, más importante aún, lo que no.

Con herramientas de control, como Google Analytics, podrás conocer datos clave de tu tienda online, como las fuentes del tráfico web, las tasas de rebote y conversión, el comportamiento dentro del sitio web y mucho más.

Plataformas publicitarias

Configura al detalle las principales plataformas publicitarias, como Facebook Ads y Google Ads, para sacarle el máximo rendimiento a tus inversiones en publicidad tanto en redes sociales como en buscadores.

La publicidad es un gasto que deberías considerar desde el comienzo, en especial para darte a conocer. Los motores publicitarios modernos te permiten segmentar al detalle el público objetivo de acuerdo a tu buyer persona, de modo que solo reciban tus publicaciones tus clientes potenciales.

9. Los últimos detalles para montar un negocio

A medida que vas tachando la larga lista de tareas que componen esta hoja de ruta para montar un negocio, te vas acercando al gran lanzamiento. No te apresures: comprueba que dejas todo bien atado para asegurar el éxito de tu empresa.

Estas son algunas cuestiones que han quedado pendientes, pero que son igual de importantes para el funcionamiento de tu negocio, particularmente si se trata de un negocio online.

Configura los envíos

Uno de los mayores desafíos que enfrentan los negocios en internet es gestionar eficientemente los envíos, y se trata de un aspecto clave al montar un negocio: todos los clientes esperan recibir sus compras tan pronto como sea posible.

Lo primero que debes definir es tu área de entrega, el alcance geográfico de tu oferta. En otras palabras, a qué lugares enviarás tus productos. No intentes abarcar al mundo entero, ni mucho menos, a menos que estés seguro de que podrás cumplir.

Lo siguiente es asegurarte de que el coste del envío está considerado en la pasarela de pago de tu tienda online, y de que lo informas claramente a tus clientes. Además, cada compra deberá generar su propia etiqueta de envío correspondiente.

Para ordenar y agilizar este proceso, utiliza herramientas de gestión de envíos,  en tu ecommerce. Este tipo de herramientas web son indispensables para cualquier tienda online.

También puedes utilizar a los envíos como parte de tus estrategias de marketing, de fidelización o de lanzamiento, ofreciendo envíos gratuitos a clientes recurrentes, a partir de determinados montos o por tiempo limitado, por ejemplo.

Configurar adecuadamente los envíos te ahorrará dinero al asegurarte de que son los clientes quienes los pagan (si así lo dispones tú), y te ayudará a asegurarte de que tus clientes reciban tus productos en tiempo y forma.

Medios de pago

Al igual que sucede con los envíos, es fundamental que te asegures de configurar la pasarela de pago de tu tienda online de acuerdo a las modalidades de pago más utilizadas por tus clientes.

En el caso de tiendas físicas, asegúrate de contar con un datáfono o un TPV inteligente, para poder recibir pagos con tarjeta. Estos son muy fáciles de adquirir de proveedores como myPOS, Square o, si estás en América Latina, Mercado Pago.

A grandes rasgos, mientras más facilidades des a tus clientes para pagar por tus productos, más posibilidades tendrás de concretar las ventas. No solo debes asegurarte de ofrecer las modalidades de pago más comunes, sino de que pagar sea fácil.

En España, por ejemplo, una de las modalidades más utilizadas es Bizum, transferencias instantáneas que se hacen a través de números telefónicos asociados a cuentas bancarias; puedes utilizar en tu tienda online para ofrecer Bizum como opción de pago a tus clientes.

Compra de prueba

El último paso al montar un negocio, así sea online o físico, es asegurarte de que todo funciona. En el entorno de una tienda online, prueba a utilizar el sitio web como si fueras un visitante y realiza una compra de prueba.

En la mayoría de las plataformas ecommerce, como en Shopify, puedes realizar pedidos de prueba, compras ficticias que te permiten asegurarte de que todo el proceso funciona tal y como tú lo has configurado y dispuesto.

10. Abre tu negocio

A esta altura, estás listo para abrir tu negocio. Establece objetivos iniciales realistas y afronta esta primera etapa con la paciencia que se merece tu proyecto. Es más común para los negocios experimentar un crecimiento paulatino que uno repentino.

Dicho esto, no tienes por qué quedarte de brazos cruzados esperando a que los clientes lleguen. Hay muchas maneras en que puedes potenciar el lanzamiento de tu negocio para empezar con el pie derecho.

  • Haz correr la voz: comienza por compartir tu nuevo negocio en tus redes personales, con tu familia y amigos, pero también con la totalidad de tu red de contactos en redes sociales.
  • Crea un blog: un blog es una gran adición a cualquier tienda online o sitio web, es un espacio en el que puedes publicar contenido relevante de valor que te ayudará a mejorar tu SEO, es decir, tu visibilidad en buscadores.
  • Promociones de lanzamiento: todos aman las promociones. Ofrece descuentos y beneficios para los primeros clientes que compren en tu negocio.
  • Invierte en publicidad: considera una primera inversión en publicidad para generar tracción en tu tienda online. Recuerda segmentar acorde a tu buyer persona y al mercado en el que opera tu negocio.

Comienza un negocio e impacta

Montar un negocio es una aventura. Una vez que generes tracción y las ventas empiecen a llegar, tómate un minuto (o dos) para celebrarlo: no es tarea fácil, pero lo has conseguido.

A partir de aquí, podrás concentrarte en reinvertir, gestionar y hacer crecer tu negocio, hasta que termine por convertirse en tu medio de vida y de trabajo.

Guarda esta hoja de ruta, emprende un negocio que te apasiona y genera el impacto que quieres ver a tu alrededor.

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